Es importante saber pedir ayuda y acompañamiento terapéutico en los momentos difíciles.
Tenemos la tendencia de pensar que, con el tiempo, las cosas pasaran, o pensamos que lo podemos superar solo/as. Sin embargo, un acompañamiento resulta muy beneficioso, para ti y para las personas con quien compartes tu vida.

Si no te haces cargo de tus emociones, en algún momento puedes empezar en somatizar.
Tus emociones son la voz de tu alma, y el transmisor del mensaje que te envía tu alma, es tu cuerpo. Si no te haces cargo de tus emociones para indagar en sus mensajes secretos, entonces se quedan estancadas en ti y van apareciendo síntomas físicos, mentales, emocionales y/o espirituales.

• Físicos (vitalidad, fatiga, tensiones corporales, malestares diversos)
• Mentales (carga mental, confusión, falta de concentración, de memoria)
• Emocionales (agitación, enojo, impulsividad, indecisión, libido baja, motivación baja, baja autoestima, dramatización, ansiedad, depresión, introversión
• Espirituales y existenciales (falta de realización personal, de congruencia, falta de metas y sensación de vacío).

Si puedes reconocer en ti uno o varios de aquellos síntomas, entonces no dudes en llamarme para conversar de tus inquietudes y necesidades y, si te apetece después de nuestra conversación, podemos agendar una sesión.
Si no atiendes a tus emociones y malestares, los síntomas se irán haciendo cada vez más tangibles, cada vez más notorios, para que las tengas que atender. Hasta tal punto que en algunos casos puede participar al desarrollo de enfermedades físicas o psicoemocionales más graves.

Mi gran aconsejo
Escucha lo que te dice tu corazón y tu cuerpo y transciende tu ego que probablemente resiste diciéndote que lo puedes hacer solo/a. Te prometo que ser acompañado/a permite ir más rápido en tu mejoramiento, más lejos en el crecimiento personal y hace que el camino sea más lindo y amoroso.